La insistencia en que Zen Marketing fuera un software sencillo y por tanto diera lugar a planes de Marketing sencillos no es capricho, es el resultado de la frustración. Sí, la frustración, porque cuando insistes en ir por el camino complejo lo único que encuentras son un montón de zarzas, piedras en medio del sendero y, sobre todo, mucho cansancio y pocos resultados.
Por experiencia lo he vivido bastantes veces con el tema del plan de Marketing y sospecho que, por lo que he visto también en otros casos, resulta cierto para la gran mayoría de gente. Si ya tenemos un plan de Marketing y no funciona muy bien, hagamos lo siguiente.Si ya hemos redactado un plan de Marketing, tenemos un montón de páginas y muy pocos resultados reales entonces comencemos a “podarlo”.
Igual que la poda de una planta o árbol permite que ésta crezca más y mejor lo mismo va a pasar en nuestro plan porque es un error pensar que cuantos más análisis, objetivos, estrategias y acciones pongamos, más vamos a conseguir. No es cierto, la gran mayoría de todo eso no va a servirnos para nada (excepto para vaciarnos de motivación y fuerzas, garantizado).
Una regla práctica para nuestro Plan de Marketing podría ser la siguiente:
- Si tenemos más de 3 objetivos a cumplir con el plan, dejémoslos en 3 o menos.
- Si tenemos más de 3 estrategias pensadas para llegar a cada objetivo, reduzcámoslas a 3 o menos.
Decidamos cuáles son los objetivos importantes y cojamos las tijeras de podar para el resto.
Saber cuáles son los importantes no tiene por qué ser una tarea difícil, preguntémonos cuáles nos quedaríamos si se nos garantizara que 3 de los objetivos, y sólo esos 3, se van a cumplir sin duda, mientras que el resto van a fracasar sin remedio, si nos viéramos obligados a hacer esa elección y quedarnos sólo con 3 porque son los que se nos garantiza que se cumplirán, ¿con cuáles nos quedaríamos?
Pensemos en eso, pensemos que un mago con varita mágica se ha presentado y nos garantiza que 3 objetivos del plan de Marketing se van a cumplir, pero sólo son 3 y debemos desechar los demás.
Eso nos obligará a priorizar, lo cual está bien aunque nos obligue a renunciar a cosas, porque priorizar es la habilidad más importante que un pequeño emprendedor tiene que cultivar. Todo lo que sobrepase el número 3 está teniendo todas las papeletas para que no se cumpla, es más, está haciendo también que no se cumpla todo lo demás, porque va a diluir nuestro esfuerzo y no nos va a dar resultado.
En serio, han sido años y numerosos planes de Marketing engorrosos hasta darme cuenta de esto, de que lo simple es lo que funciona. Han sido muchos años de tener que pelear contra el condicionamiento, lo que te enseñan y la autoridad de muchos “expertos” que te dicen que tu plan no es bueno si no tiene un montón de análisis con nombres extraños.
En el mundo real del pequeño emprendedor 3 es un buen número… como máximo.