El mayor de los obstáculos del Marketing en una pyme no suele estar en que no se tiene un plan de marketing “perfecto y profesional”, de hecho muchas veces tampoco está en que se hayan seleccionado unos u otros medios de marketing o que a la pyme le falte algún secreto por conocer para que todo funcione.
El mayor enemigo suele estar a la hora de poner en práctica, a la hora de pasar a la acción, que es la clave para conseguir resultados. Porque suele haber un abismo enorme entre lo que pone en el papel y lo que ocurre cada día en la mayoría de las pymes. La incapacidad de concretar los planes en acciones y ejecutarlas cada día es ese enemigo.
Es necesario que, si queremos generar interesados y, a partir de ellos, conseguir que algunos den el paso final y se conviertan en clientes, tenemos que hacer un esfuerzo continuo por realizar acciones que lleven nuestros mensajes de marketing un poco más lejos, ante unos pocos más que puedan estar interesados en lo que hacemos.
Pero en el caso de pequeñas empresas que tenemos presupuestos y recursos limitados los días son cortos, las obligaciones muchas y siempre surge algún que otro imprevisto que nos quita el tiempo.
¿Conclusión?
El plan de Marketing se va quedando arrinconado y las acciones que habíamos especificado se van retrasando, se olvidan, se van sacrificando en detrimento de otras cosas aparentemente más “urgentes”…
El gran enemigo del Marketing en la mayoría de pymes es que los planes y las ideas no se traducen en acciones concretas y constantes.
Que pasa un día y hemos estado tan ocupados que no hemos podido hacer apenas nada por extender el mensaje, que luego ese día ocupado se ha convertido en una semana y que finalmente ha acabado siendo un mes en el que no hemos hecho más que alguna cosa escasa y esporádica y hemos obtenido en consecuencia escasos y esporádicos resultados.
¿Qué hemos hecho esta última semana por exponer nuestra oferta ante más posibles interesados?
Esa es la verdadera medida de si nuestro plan es efectivo porque no hay sustituto para la acción, y en el caso especial del Marketing no hay sustituto para la acción constante. Las mejores estrategias sobre el papel, los gráficos más espectaculares de la hoja de cálculo no van a hacer que nadie nos conozca y se interese si no nos movemos cada día en el mundo real.
¿Cuánto tiempo dedicamos cada jornada a realizar las acciones de Marketing?
Es cierto que un buen plan es el remedio contra otro enemigo común, el hacer cosas y trabajar duro sin saber muy bien para qué (o si está resultando un esfuerzo efectivo). Pero cuando se trata del Marketing muchas pymes tienden (tendemos, mejor dicho porque a todas les ocurre) a dejar en segundo plano esas acciones, debido muchas veces a que el Marketing resulta un “Invitado incómodo” en la pequeña empresa, a que no se es consciente de lo importante que es o a que, (como las acciones de Marketing no suelen tener efecto inmediato) solemos pensar que realmente no van a servir de mucho y sólo van a suponer un coste.
Si queremos clientes necesitamos ejecutar acciones de Marketing, de manera constante, haciendo un hueco en la agenda y siendo conscientes de que el Marketing es algo tan importante como, por ejemplo, hacer el producto o realizar el servicio que vendemos.
Al fin y al cabo ¿de qué sirve si nadie lo conoce? He aquí una táctica sencilla.
Derrotemos al enemigo, saquémoslo a la luz y actuemos, para ello llevemos un diario de Marketing.
Tengamos un registro y un control de lo que hacemos cada día y de cómo está funcionando. Muchas veces no tenemos ningún lugar ni ningún procedimiento para hacer esto, para visibilizar las acciones de Marketing que realizamos y ver si están siendo suficientes o vamos a tener que hacer un poco más, el diario compensa eso.
Quienes usen Zen Marketing ya tienen ese mecanismo porque las acciones que se especifican en el plan se pueden controlar para ver si se han ejecutado y cómo han resultado, quienes tengan el Pack Cómo Conseguir Clientes pueden usar la recién añadida aplicación de Marcador diario de Marketing y usar la táctica de los puntos para ver si estamos de verdad haciendo algo en el día a día.
Pero todo eso , aunque útil, no es imprescindible, podemos llevar igualmente el diario anotándolo en nuestra agenda, en un bloc aparte, en una base de datos o una hoja de cálculo. La cuestión es ser conscientes de que sin acción no hay resultados reales y que saber o planificar las cosas no basta para obtener resultados tangibles.
Llevar ese diario y revisarlo ayuda a hacer consciente el verdadero esfuerzo de Marketing que realizamos de verdad. Algunos dicen “ya hago cosas” pero cuando miras la agenda todo son espacios en blanco.
No podemos caer en eso. Si nuestro diario tiene demasiados espacios en blanco entonces ya sabemos dónde está el problema de verdad, aunque a veces pensemos y digamos lo contrario. El enemigo principal del Marketing en muchas pymes tiene esa forma de espacio en blanco en nuestro diario.
Hay que salir ahí todos los días, hacer algo por extender nuestro mensaje. Actuar, esa es la manera de derrotarlo.